17.10.08

Tu biblia, tu túnica y tu escopeta

En medio de esta invasión zombie donde nadie esta salvo de sufrir el acoso de estos engendros del infierno, donde la desesperanza llega a acosarnos en medio de un ejercito de malolientes y putrefactos cadáveres, donde vemos asomarse el día del juicio final a cada paso que damos; la gente necesita mas de los hombres de fé, esos seres comprensivos y amables que nos brindan las palabras de apoyo en las situaciones mas dificiles.

Pero ¿qué hacemos si entre la turba enloquecida de terror, entre la muchedumbre que corre por salvar sus vidas los primeros en emprender la desesperada fuga son los mismos sabios y abnegados hombres que nos brindan la salvación del espiritu?

Pues uno de estos pastores de almas logra tomar un poco el control de si mismo y consigue sobrevivir junto a un variado grupo de gente refugiados en la azotea de una casa.

Esta es la historia, narrada por Mario Ruíz, de como este sacerdote salva algo mas que su alma: su pellejo.

3 comentarios:

Unknown dijo...

molto bonito molto bonito!!!

Jonas dijo...

wooooo alcohol, balas y sacerdotes... suena a una buena orgia. felicidades.

Spartan Bobby dijo...

Yo quiero Vino pa consagrar